domingo, octubre 30, 2005

Amargando la vida...


Manteniendo mi cuestionable espíritu combativo, y en un terrible acto de traición a la natural instancia “pensativa” y “de acuerdos” que tanto me pertenece, analicé un blog hace unos días, firmado por Verónica Reyes, el que junto a una entrevista a Alfredo Jocelyn-Hoyt en La Nación Domingo, me hicieron divagar sobre el rol que las Universidades en Chile tienen para la sociedad.

Fueron los señores Ortega y Gasset, entre otros, quienes sindicaron a las Universidades como los dínamos de una nación, el portal del futuro de la sociedad en la que residen. Y no muchos confirman lo anterior con las ya clásicas Federaciones Universitarias de finales de los 60, que gritaban a los cuatro vientos el potencial triunfo de Allende, y de paso estableciendo que “El Mercurio Miente”.

Más de 30 años después, las Universidades siguen siendo los centros generadores de líderes. El problema es que en el estado actual de la política y sociedad chilena, no es muy alentador que éstos salgan de los campus universitarios, otrora generadores de la intelectualidad nacional.

Pero el juego comienza cuando hay que buscar responsables. Y ahí salen los líderes tipo Consejo de Curso de 8vo básico, que gritan, lloran y arman tocatas ad-hoc, mientras los miembros del facultativo, que comentan entre pasillos que “el sistema está podrido y todo se va al carajo”, a la hora de sumar, deben revisar controles y trabajos marcianos. La pega, dicen.

Capítulo aparte son los directores y rectores, verdaderos fantasmas que a ratos pasan por la sede, que dictan charlas de humanismo mientras sus estafetas cobran 250 mil pesos mensuales porque el joven no tuvo la fuerza o el interés de aprobar el único ramo que lo tiene pegado en las aulas. Razones sobran. Y esto no es un fenómeno absoluto de las privadas, que frente al mar de críticas de los años 90, decidieron virar el timón y enfocarse en trabajar, acumular miles de alumnos en 3 cuadras y sacar profesionales como Castro detiene detractores.

Y tampoco es el malévolo sistema que nos maneja como títeres. Gran culpa la tienen los estudiantes, entre los que viven en asambleas y sueñan en grande, y sueñan en grande, y sueñan en grande, y los que ya no sueñan (o nunca lo hicieron) y viven como parásitos en rinoceronte, absorbiendo lo que quieren para volar cuando no exista utilidad.

Pero quien puede culparnos a nosotros, pajarillos bobos, por querer cumplir nuestros sueños, de manera autosuficiente, sin esperar que la sociedad se transforme en el somnoliento Edén, en el lloroso Rojo Amanecer, en el patriótico Futuro Esplendor. Yo voto. Y puedo apostar que muchos de nosotros, apáticos ciudadanos, también votamos. Pero ese bendito voto no significa nada sino se cree que lo que se vota, mientras que aquellos que más creen deciden abstraerse del sistema, en protesta.

Y eso es lo más censurable. Principalmente por tonto, puesto que al no ser parte de la ecuación, no tienes injerencia en el resultado. Y los rebeldes buscan alternativas fuera del molde, golpeando como desaforados, cuando es claro que la mejor forma de derrotar el sistema, si eso es lo que quieren, es desde dentro. Eso quiso la oposición de los años 80’s. Así les ha ido. Y supongo que eso quieren los estudiantes que se desviven por la igualdad, mientras aquellos que se cansaron, sólo quieren que se bajen pronto del paro para poder pasar la Navidad en mi casa en Chiloé. “Maldito vendido!!!”, le gritaría algún colérico.

Lo peor es que yo solía ser un tipo positivo.

9 Comments:

At 2:22 a. m., Blogger Mistral said...

Yo no sé si jueron los señores Ortega y Gasse, los que idearon esto por allá en el 98. Lo que sí sé es que la juventu de hoy es más analfabeta que la cresta. Pero sólo porque son flojos.
No hay cambio, si no te movi.
Y mientras las Ues sigan pareciendo colegios para mayores de 18 años. y exista el diteichon, la llamada al infaltable "señor apolillado". y Te traten como cabro chico los profe. Y sigan poniendo notas de acuerdo a sus prejuicios. y no se destine dinero para investigación y desarrollo, y no se arregle el proceso de selección para ingresar, y no se pegen el alcachofaso los estudiantes. Todo seguirá por su mismo camino. La mediocridad.
El único grito que veo aquí. Es uno de espanto.
Saluos.

 
At 10:26 a. m., Anonymous Anónimo said...

Es cierto lo que dices rspecto de los ALUMNOS, de cómo funcionamos... y eso tiene que ver con una fallita que venía incluida el "sistema" moderno, al que estamos adscritos. El desencanto de la política tiene q ver con la forma en que funciona la democracia, que no es completamente mala, pero que tiene mil elementos para que un individuo cualquiera se sienta desencantado. Alguien que analice las cosas desde afuera (o dentro)se da cuenta rápidamente de que como van...es muy difícil que un político de buenas intenciones cambie la situación y no se tranforme él y se convierta en títere del sistema.
Lo digo porque ví como se marchitaba uno de los corazones con mejores intenciones que conozco; se marchitaba participando en la campaña de Piñera, lo ví brillar cuando RN decidió tener a SU candidato, y luego... el desgaste y la desilución... y no es que el tema sea sólo Piñera... así funciona la política cuando es "grande" o "en serio". Porque el señor Tomas H. no podía habernos deslumbrado en el debate presidencial si pensara que compite realmente por un puesto en la moneda, pues tendría q haberse vendido o mentido descaradamente como alguno lo hizo...
Las cosas cambian, ya no queremos lo mismo que antes, ya no creemos lo mismo que antes, los protagonistas no son ya los mismos que antes...
Modernidad>antimodernidad>postmodernidad>hipermodernidad> bla bla bla
La modernidad funciona, pero tiene fallas de fábrica, con las que hemos aprendido a vivir, algunas que hemos pretendido mejorar, y también muchas veces con nuevas alternativas. Si la modernidad nos excluye, entonces buscamos otro lugar desde el cual manifestarnos...
Si el gobierno no te escucha (porque una marca en un papelito no es tu voz, es sólo un voto) entonces buscas otro grupo al cual arrimarte para poder decir lo que quieres, La sociedad civil funciona, es realmente una opción.
Existen muchas opciones, tener un blog y provocar que la gente piense, miles de Organizaciones No Gubernamentales , que trabajan por la sociedad, desde las cuales se pueden ralizar verdaderos cambios, o denunciar, sin tener que haber hecho la marquita en el voto, y eso no es estar fuera del sistema, (porque no se puede salir del sistema)pero se puede participar de maneras diferentes. Hay mil lugares para mover a la gente, para hacerla despertar, para escucharla...
La juventud que tanto miramos, esa soñadora de antaño. los que se juntaban el cafés a pensar y reflexionar, a cambiar el mundo y a discutir, ya fue.. ahora estamos nosotros, que nos sentamos a leernos y a discutir sin sonidos vocales, escuchando solo el tac tac de nuestros teclados... podemos pensar desde cualquier parte, somos parte de la sociedad y "hoy por hoy" podemos participar desde cualquier lugar, en cualquier momento, solo basta tener ganas, no hace falta incribirse en un registro electoral... la participacion sólo requiere voluntad. quizá la pregunta sea cómo provocar esas ganas.

 
At 10:29 a. m., Anonymous Anónimo said...

años y años de lo mismo, estudiantes que quieren cambiar el mundo y luego entran al sistema con la misma ignorancia con la que entraron a la u...
da pena pensar que todas las generaciones repiten sus actos y nadie progresa y seguimos estancados y leyengo tu blog me doy cuenta que tb solía ser positiva...

 
At 1:26 p. m., Anonymous Anónimo said...

Sus palabras señor Albrecht me atañen directamente otra vez. Es que mientras estuve en la universidad me dediqué a "ir contra el sistema" mediante un extraño mecanismo de auto-exiliación, lo cual hoy me parece bastante bobo por decir lo menos. Ahora que estoy "inserta" en el sistema, trabajo y me debo a mis empleadores, me doy cuenta que por lo menos en nuestra profesión estamos sometidos a las archivilipendiadas líneas editoriales. Es dicr, no podemos contar las cosas como nosotros las vemos, sino "como ellos se lo imaginan" (aunque no conozcan ni remotamente a la fuente en cuestión), es decir, a veces más vale ser apático, porque cuando amaneces pro-activo te encuentras con una enorme barrera que te recuerda que el sistema es el que manda, y tú no eres más que "otro ladrillo en la pared".

 
At 4:44 p. m., Blogger Dalbrecht78 said...

Creo que aquellos con el intelecto suficiente para poder aportar, lo harán en la medida de lo posible. Pero aquello no necesariamente significa luchar contra la corriente. Simplemente acomodarse a lo que está. Y si, sé que observar de lejos y esperar el golpe final para declararse rebelde es algo cómodo. Muy cómodo. Pero hay ratos que uno se cansa. A veces la presión está mas cerca de lo que muchos se imaginan, incluso dentro de los propios hogares. Y la rebelión no siempre significa salir a la calle a protestar. A veces la procesión va por dentro. Y no puedo dejar de respetar a aquellos que sufrieron su calvario personal, se detuvieron y dijeron" y que saco con seguir caminando, si este santo al que le profeso fe es mas mula que moneda de 300 pesos". Los respeto tanto como a aquellos que comprometen más que lo que uno está dispuesto a hacer.

Algún barbón dijo algo como "es mejor morir de pie que vivir de rodillas". Yo, junto con Felipito, me pregunto "¿y será muy angustiante y mal visto sobrevivir sentado en una silla?". Si es así, les juro que los aplaudiré cuando cambien. Y no les pediré cargos de poder.

 
At 5:37 p. m., Blogger Niko Rojas said...

lei el post, pero no pinso leer los post. muy largos. asi que lo que estoy diciendo quizas ya lo dijo alguien.
si de nuetsras universidades no salen lideres, en parte, es por que nadie quiere ser lider. exitoso si.
con mucha plata si, pero no lider.
contento y feliz con la pega que hace, o no hace, pero lider no.

 
At 6:07 p. m., Blogger Dalbrecht78 said...

correcto. Bien por ellos, es mi postura.

 
At 9:32 p. m., Blogger Verónica said...

Interesante tu análisis. Se nota tu curiosidad por ciertos temas no menores y propios de nuestra generación.

En mi caso, siempre quise estudiar en la Universidad de Concepción. No sólo por la calidad de su educación, sino también por el pluralismo y formación que entrega a sus alumnos. En los años que llevo estudiando periodismo en esta casa de estudios, puedo decir que no me equivoqué. Obviamente en el ejercicio de esta profesión uno se va encontrado con ciertas cosas que no siempre le gustan o con algunos "enemigos", mas nunca faltan y creo, son parte de la vida de cualquier periodista. Al menos no me espanto, tan sólo lo veo como parte de un proceso.

Por motivos de tiempo, no puedo comentar más a fondo tu post, sin embargo, lo haré más tarde (sin falta). Por mientras, dejo mi estampa, para agradecer tus visitas.

Un abrazo.

 
At 3:23 a. m., Blogger Verónica said...

Prometí volver y aquí estoy. Me pareció interesante lo que planteas: eso de que las universidades, en parte, son las encargadas de gestar nuevos líderes.

Creo que la diversidad que se da al interior de estas instituciones educacionales da el espacio suficiente para debatir y formar grupos de interés común. Un líder debe tener actitud emprendedora y ser constante en sus ideas. Hay muchos que se quedan sólo en utopías, pero al menos yo me he encontrado en mi universidad con muchos chicos que se sienten comprometidos con sus ideales.

Reconozco no participar en nada y, muchas veces, estar en desacuerdo con lo que algunos plantean. Si embargo, hay que valorar la gestión que hacen.

Nos seguimos leyendo.

Un abrazo desde Conce!

 

Publicar un comentario

<< Home